Las canciones que dedicamos son un intento, a veces perfecto, de hacer nuestras las palabras de otros. Los gustos musicales hasta pueden convertirse en una especie de diario personal y, si nos vamos a las listas que armamos, tendremos hasta soundtracks con sonidos confidentes.
Hay estribillos que reflejan más nuestro corazón que lo que late. Son detalles de vitrales que reflejan la luz distinta. Un tahúr de apuestas de vida y de tiempo. Imaginación ajena que dibuja entre bemoles mis riffs. Versos que hago míos de la delicadeza a los pies. Nuestro andar es una banda sonora, el mío lo es.
Entregar esa parte tan íntima es un signo de amor, de orgullo y de placer que nos remite a la posibilidad de compartirnos con la esperanza de ser entendidos sin ningún juicio pesado.
Y bueno, tanto uno como las canciones decimos muchas cosas con o sin rimas de por medio, así que independientemente de que alguna vez hayamos o nos hayan prometido cantar esos ritmos al oído, existe la posibilidad de un después arrepentido en el que ni nos acordemos de la rola, ni nos la canten o ni prestemos oídos.
Así es, dentro de todas esas historias, también existen caminos corruptos: uno recicla ritmos y riffs. Es más, podemos hasta comenzar un juego de vaivenes y canciones "ropereadas" en el que tú dediques una canción de la banda que te presenté, o que otrx me dedique la primera canción que me mandaste.
Todo en esta vida es un soundtrack en loop. Una historia de no amor en bossa-nova... de Saudade.
Sin embargo, yo aún guardo la esperanza de que este proyecto no se corrompa, es más, me aventuro a ir más allá y hasta espero que se reproduzca en tantos ojos y oídos como sea posible. Es por eso que he decidido crear pequeñas entradas dedicadas a mezclar dos de las cosas más valiosas para mí en estos días de "sinfinamiento": la música y el tarot. Así que sin más rodeos, les doy la bienvenida a "Soundtrack de tarot".
Un espacio dedicado a hacer de cada canción una carta –o viceversa– en el que les muestro este lado íntimo para que fallen sin juicios ni litigios, que así como yo, cada cosa, cada quien, cada arquetipo y cada carta del Tarot Rider Waite, caben cabalmente en partituras.
Gracias por darle el tiempo a mi diario personal que sale de este corazoncito a veces tan abusón. Espero que les guste. Quizá no siempre posteé las cartas en orden, pero den por hecho que pondré cada uno de los arcanos mayores. Uno por semana, hagamos juntos #viernesdetarot.
Comenzamos.
Comments